lunes, 14 de abril de 2014

de nuevo curso

Cuenta en Facebook

Hoy retomamos de nuevo las clases. El pasado día, el profesor nos había mandado que abriéramos una cuenta en Facebook quien no la tuviera. Yo la acabo de abrir. Esto me da un poco de vértigo. Yo soy de las  antiguas, de las pro-anonimato, y me asusta un poco perder algo de mi privacidad. ¿Ridículo? bueno. Lo que está claro es que quien se quiera dar a conocer hoy lo tiene más fácil. Hay muchos egos en la red.


Llegué pronto, es que encontré fácilmente sitio para aparcar. Al llegar al centro donde se imparte el curso, vi, a través del cristal de la fachada, a Martina sentada en un mesa trabajando con el ordenador, me pregunté si hoy vendría al curso. Cuando iba a subir las escaleras de la entrada llegó Ana, nos saludamos y en esto sale Martina de la habitación de la izquierda y nos comunica que el curso se cambia a otra aula, a la del fondo del primer piso, y que íbamos a estar mejor. Subimos, estaba abierta el aula y como si de un retrato enmarcado por la puerta allí estaba Frenely, la chica del nombre raro, en primera línea. Pensé que estaba sola. Pero al entrar descubrimos que el profesor estaba sentado en la mesa pegada a la esquina de la pared lateral del aula.  

Nos preguntó si habíamos abierto una cuenta en Tuars Hosting. Entonces fue cuando entendí que no había que abrirla en Facebook, sino en un servidor, para poder bajarse gratis un programa, wordpress. Estuvimos hablando un poco de para qué servía facebook, mientras no venían todos. Frenely dijo que no lo utilizaba casi nada. Yo comenté que es un tanto indiscreto, etc y le pregunté al profe si después se podía borrar lo que se ponía en facebook. Al final de la conversación me quedó claro una frase del profe "una vez que metes datos, ya no te pertenecen, ya no son tuyos". Muy lacónica la frase, pero cierta ¿verdad?.

Llegó Elena y el profesor intentó adivinar su nombre confundiéndose con Belén, y con Berta. Elena le dijo con un poco de ironía que parecía mentira, que ella que vino todos los días... Al poco, como faltaban muchos, el profe decidió ir a buscarlos al aula de los días anteriores situada en el tercer piso. Con él se bajaron 5 ó 6 alumnos y empezamos la clase. Éramos 8.

El profesor, vestido con un pantalón vaquero azul oscuro -de no sé qué marca, porque no era muy visible y  los bolsillos no tenían ningún dibujo y yo no entiendo mucho, y tampoco era cuestión de fijarme, además que a mí las marcas me dan igual- y un jersey de lana fina gris claro con mezclilla de gris oscuro, y con el cuello de pico cruzado, empezó a hacer un recordatorio de lo dado el otro día: las formas de seguir un blog.

Comenzó a escribir en la pizarra, diciendo que iba a intentar ser más claro escribiendo. ¿Habrá leído mi blog?, imposible, es una p.c. -aquí me gustaría poner una nota al pie para aclarar que es p.c. (p.c.: p. casualidad, o pequeña casualidad) pero aún no lo sé hacer en un blog-.

Nos mandó como ejercicio subscribirnos por email a un blog y luego reenviárselo una vez nos envíen un mensaje.

A continuación retomó el tema que había salido el día anterior de cómo cambiar el favicom, yendo a configuración, y luego a diseño.

Llegó Belén, y el profe le llamó Berta, nos reímos, dijo que ya le quedaba poco para tener los nombres memorizados. Ya éramos 10 en el aula. El aula es más bonita que la anterior. Tiene las paredes, menos la de la puerta, con la piedra desnuda, esa piedra grande gris, típica gallega, que me encanta. Tres ventanales con puertas balconeras dan a la estrecha calle de la fachada principal, y a través de ellos se ve el hermoso edificio de enfrente que es una construcción tradicional gallega de piedra, con balconada de hierro y marcos de madera, dos macetas clavadas en la pared de cada lado, sin flores, revelan que ya no es lugar de vivienda. Cuelgan entre los ventanales del aula dos grandes cuadros del pintor Salvador, de temática indígena. Uno de un rostro de piel oscura con collar y pinceladas gruesas de piñas, troncos, y ¿cocos?; el otro con el rostro de un indígena solo con troncos. Pinceladas gruesas para un tiempo pasado carente de detalles con los indígenas.

El profesor seguía explicando, y como en otros días, volvió a decir que no quería ser pesado. Nos habló de los gadget, que lo tradujo como aparato, dispositivo, y no como herramienta. Para que nos quedáramos con la palabra por asociación nos trajo a la mente el personaje del inspector gadget de los dibujos animados. Yo tatareé mentalmente la canción, y como los demás no son demasiado jóvenes creo que se acordarán.

Después de hacer algunos ejercicios insertando imágenes y textos, teníamos que suscribirnos a Tuars Hosting, y bajar wordpress. Yo intenté registrarme varias veces pero no fui capaz. Como no sabíamos qué es lo que fallaba, el profesor me dijo que luego lo intentara en casa.

Antes de teminar, una cosa interesante que nos dijo el profesor, en el blog
tiene una entrada con las 7 páginas imprescindibles que tu blog debe tener.

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