Llegó Martina arrastrando sus usadas botas de piel vuelta. El
particular y acompasado ruido del tacón al
dejar caer los pies de su pesado cuerpo anunciaba
su desgana y dejadez, como aceptando cabizbaja la tiranía del deber. Esta
entrada marcaría hoy su estancia en el
curso. En el ordenador no le salía nada, no le aparecía nada, no le permitía
nada…
Éramos 10 hasta que llegó Belén. Me quede expectante a ver
que decía el profesor y a ver si se confundía con su nombre. El profe la saludó
cordialmente y le explicó lo que estábamos haciendo. Le preguntó si se había
bajado wordpress, si se había dado de alta en Tuars, si… si había recibido
correos suyos, si…, Belén no sabía muy bien que contestar, había faltado
algunos días y me imagino que se sentiría un poco perdida, y aturdida, probablemente
pensaría “pero qué me está contando éste”. El profe intentó explicarle lo más
claramente posible qué es lo que tenía qué hacer. Fue bastante amable, pero no
sé si fue capaz de ponerse en el lugar de ella, -era lógico que no quisiese
perder el ritmo de la clase-. Belén demostró que no se enteraba o no se acordaba
de nada cuando no sabía que poner al registrarse en Tuars. Ella intentaba
explicarse, él intentaba entenderla, y
decía –bueno, no importa,…, Belén no te preocupes- En esta situación, yo me
di cuenta de una cosa, que cuando el profesor decía “¿qué raro?”, una expresión
que a mí me había dicho en varias ocasiones poniendo siempre el mismo rictus de
preocupación, en la estructura profunda de su lenguaje quería decir “¿qué
habrás hecho?” o “no me lo creo” o “no es posible”. Puede ser que me esté
equivocando, y no haya profundidad en una simple imagen.
De imágenes trató hoy la clase, después de ¡¡¡POR FIN!!! conseguir
instalar Wordpress en español. El profesor había tomado la decisión de
explicarnos paso a paso como teníamos que hacer, utilizando también la pizarra.
Funcionó. -No le importó que Jorge y Paco ya lo hubiesen hecho, ya en una ocasión les había dicho que si
querían avanzasen por su cuenta y siguiesen los tutoriales, y que le utilizasen
si tuviesen dudas. Me pareció bien esa filosofía, quizá ellos controlan mucho
para un curso como este, o eso me parece, o son sólo apariencias-. Gracias a eso conseguí lo del dichoso
programa, por supuesto con ayuda del profe, y preguntándole algunas cosillas a
Antonio que estaba sentado detrás de mí. No
era la única que no me enteraba, increíble pero incluso pude ayudar algo a Berta.
Luego, al hacer ejercicios con el GIMP, fue ella la que me ayudó a mí al preguntarle
donde estaba el archivo de prácticas.
-¿qué estáis haciendo?- preguntó en alto al poco rato Belén mientras, con postura cansada, se pasaba la mano por la frente. Me fijé que
tenía el bolso violeta encima de la mesa, del mismo color que sus gafas y de la
bufanda que tenía en su regazo. No se había sacado la cazadora. -¿no había
tenido tiempo?-.Frenely, sentada a su lado, no le hacía ni caso, ni la miraba.
– no te preocupes, es normal, tienes que ponerte al día- le dijo el profe, y, ajajá, se confundió de nuevo, la llamó Berta. Me reí. –Pero ¿cómo es posible?- se preguntó.
– no te preocupes, es normal, tienes que ponerte al día- le dijo el profe, y, ajajá, se confundió de nuevo, la llamó Berta. Me reí. –Pero ¿cómo es posible?- se preguntó.
Yo creo que hay personas que, no es que seamos tontas -que
también-, que nos confundimos mucho. El
profe hoy se confundió llamando a Ana por mi nombre, tres veces seguidas,
creo que ni se dio cuenta. Ana y yo nos reímos. También se confundió al abrir
el blog de ☻ para enseñarnos el ejercicio de la imagen optimizada -que
por cierto estaba genial, poniendo las tres imágenes, con los bordes
sombreados, y en una tabla superchula los valores de la imagen-, poniendo
ventana a lo eterno, en vez de etéreo.
Me hizo gracia cuando al enseñarnos como clonar una imagen dijo
- la vamos a clonar, como la oveja Dolly.
Me reí, bajé la cabeza, luego le miré. Estaba serio. Quizá no debería haberme reído, pero pensé en que antes de clonar a Dolly hubo 277 intentos, que fue a partir de una célula y no de la imagen completa, que no sólo la nacieron sino que también la mataron en el 2003, tenía envejecimiento prematuro que hoy en día clonan a gatos, perros,...y ¿todo para qué? para el bien de la ciencia.
- la vamos a clonar, como la oveja Dolly.
Me reí, bajé la cabeza, luego le miré. Estaba serio. Quizá no debería haberme reído, pero pensé en que antes de clonar a Dolly hubo 277 intentos, que fue a partir de una célula y no de la imagen completa, que no sólo la nacieron sino que también la mataron en el 2003, tenía envejecimiento prematuro que hoy en día clonan a gatos, perros,...y ¿todo para qué? para el bien de la ciencia.
Al final de la clase, el profesor dijo:
-Si teneis alguna pregunta, …, si no no os preocupéis lo
dejamos para el próximo día.
Yo que le quería preguntar dos cosas sobre las plantillas
del blog le dije:
-Entonces, te podemos hacer las preguntas, o lo dejamos para
el próximo día.
Ana se rió, me había mandado dos correos durante la clase.
Lo que quería saber ya se lo había preguntado a ella, pero no me supo
contestar. El profe ni me miró, y dejó que le plantease las preguntas. A lo
mejor pude parecer borde, creo que en muchos momentos en clase lo parezco, pero
creo que él ni entendió ni atendió a como se lo dije.
Mejor.