miércoles, 30 de abril de 2014

HTML y puente.

Aunque era un día gris y seguía chuviscando , en la calle había un alegre bullicio. Se notaba que comenzaba el puente de mayo, por eso me costó tanto aparcar y llegué a clase más de veinte minutos tarde. Las tiendas de la calle donde está situado el centro de negocios: varias boutiques, la zapatería de enfrente y la tienda de juguetes de al lado,  aún estaban abiertas. Sin embargo el  bonito portalón de madera  del edificio ya estaba cerrado. Estaba viendo los números para marcar en el telefonillo cuando se abrió el portal empujado con fuerza por una mujer alta de mediana edad que agarraba a un niño para salir. Saludé, sujeté la puerta y entré.  Subí la escalinata de madera que da acceso a la primera planta. Al fondo del pasillo, la luz se filtraba a través de la puerta arrimada del aula.  La abrí. Martina estaba sentada  -a su manera- en el extremo del fondo de la primera fila y Jorge, Paco y Antonio, sentados por ese orden en la última fila de la clase. El profesor escribiendo en la pizarra. Saludé. Me di cuenta enseguida que no había examen -el profesor había dicho, es cierto que un poco con la boca chica,  que iba a haber examen-. Martina me preguntó cómo había entrado y le comenté cómo. Enseguida sonó el telefonillo en la clase.
- hola- contestó el profesor dándole a continuación al botón de abrir. –creo que es Luisa, me sonó a su voz, aunque sólo dijo hola, a lo mejor no es ,¿a ver si es…?

Nos quedamos los cinco con una discreta curiosidad mirando hacia la puerta. Entró Elena.
-Elena, ah, creí que…, Bueno. Hola. Que bien. ..Y gracias por venir. Es que con esto del puente, la gente,.., y seguro que están preparando los carteles para mañana,...
-si carteles, seguro que es eso- añadió riendo Martina

Era raro que Elena llegase tarde, ¿habría quedado con alguien? Venía arreglada, con el reloj azul turquesa y un pañuelo floreado que le combinaba bien. La melena negra perfectamente alisada. Sonrió a las bromas, enseñando unos dientes perfectamente blancos y alineados. La impresión que daba era la de una  persona cuidadosa. Al poco tiempo su ordenador no le iba bien,
-¿alguien ha cambiado los ordenadores? ¡Este ordenador no es el mío!- afirmó ☺ un poco fastidiada, más que fastidiada trastocada diría yo
-no, nadie cambió nada- contestó ☺ levantándose de su asiento y dirigiéndose hacia ella
-pues este ordenador no es el mío. Tiene todo cambiado, y no tiene puesto el nombre de la chica-  replicó ☺ con total seguridad.

Entonces ☺ contó los ordenadores. Había catorce, faltaba uno,- no creo que se lo llevaran- pensó en voz alta. Volvió a contar. Miró alrededor de la clase y, en una mesa apartada en un rincón, al lado del perchero móvil, encontró el ordenador portátil cerrado y desenchufado. Lo abrió y comprobó si funcionaba. Y nos equivocamos pensando que se había muerto. El ordenador funcionaba.  dijo que se iban a enterar el lunes, que les iba a llamar la atención. ☺ dijo que todos los días al llegar a clase le hace una limpieza al ordenador, quitándole las porquerías que se descargan.  intentó disculpar a los alumnos de ofimática de la mañana, apenas controlaban. El profe, que intervino discretamente, al final de solucionar el problema, le dio las gracias a  porque ella no tenía porqué hacer eso. -Aún me pregunto, con interés sano, cuál es el trabajo de -.

El profe nos siguió explicando cosas del lenguaje HTML y CSS, y en concreto de los selectores CSS. 
 blog del curso

Hicimos varios ejercicios. Nos preguntaba si los habíamos hecho y estaba continuamente pendiente de si nos salía o de solucionar nuestros problemas. Los chicos participaron mucho, se nota su interés o sque en este tema no controlan tanto. Antonio, con su fuerte voz, preguntó en varias ocasiones, y pidió que no le quitase la pantalla para poder copiar lo de la pizarra. Jorge, que normalmente no pregunta nada, le preguntó al profesor por qué no le salía la imagen. Se le notaba interesado. Mientras el profesor le explicaba me pude fijar en él, pues para verlo tengo que darme la vuelta, y no me gusta ser fisgona, aunque en este blog lo parezca, pero algo tengo que poner. Pues bien, Jorge llevaba un polo de listas azul claro y marrón con el cuello blanco. Se le veía bien afeitado. Su corto pelo negro bien peinado. Su  cara, redondeada y con muchos lunares, se me hace graciosa, ¿será por qué siempre lo he visto con una sonrisa puesta?.

Llegó el final de la clase. El profe dijo que "el lunes más descansados y despejados lo entenderíamos mejor". ¿seguro?  

Alguien dijo “buen finde”. Cuando ya se habían ido, ☺ dijo en alto, al profe y a mí,
- a mi me gusta más lo de las imágenes, el retoque fotográfico; pero está bien lo de hoy por si tienes algún problema. Pero me va más lo del diseño. Además que vas muy apurado, apenas me entero de nada,…
- qué va. lo estás haciendo muy bien- le consoló el profe mientras recogía sus cosas
-claro, como hay quien controla mucho pues va más rápido, y yo así me pierdo, porque  es programador, lo vi en su blog, y así como ellos ya lo saben, se va a un ritmo mayor- me decía . El profe volvió a decir que lo estábamos haciendo muy bien.  En el perchero sólo quedaba la parka marrón del profe que había remplazado a su abrigo negro de tres cuartos.

Salí con y  saludé a la chica de la limpieza que aún estaba trabajando con su bata verde y su carro de utensilios al lado.

En la calle más gente de lo normal y ambiente festivo. Estamos de puente y  el Atlético ganó al Chelsea. Este año la Champions la gana un equipo español.

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